La iluminación es un elemento fundamental en la creación de ambientes exteriores de cualquier hogar, ya sean terrazas, jardines, patios o balcones. Además de decorativa, la iluminación de exterior debe ser funcional. Si quieres tener un espacio con distintos ambientes que se adapten a todas las situaciones y le aporten un plus a los exteriores de tu casa, necesitarás instalar un sistema de iluminación a la medida. Te contamos cómo.
Ideas para iluminar exteriores
Acá no se necesita una luz muy potente, lo ideal es una iluminación indirecta que cree un ambiente íntimo y al mismo tiempo que potencie los puntos fuertes del espacio. Para ello, se puede optar por las siguientes opciones de iluminación:
Reflectores LED: este tipo de luz crea un ambiente suave y relajado y delimita el espacio.
Lámparas de pared: esta opción es ideal para iluminar las fachadas de las terrazas, los porches, los toldos e incluso el acceso al garaje. Muchos de ellos están equipados con un detector de movimiento.
Lámparas decorativas: el último detalle para conseguir una terraza perfecta. Sobre la mesa, colgadas en el techo o directamente en el suelo, las lámparas decorativas añaden el toque de iluminación ambiental para pasar largas noches inolvidables.
En la zona del jardín, lo ideal es colocar una “iluminación” más potente que destaque los árboles, plantas o fuentes, intensifique sus contornos y dé una mayor impresión de espacio y volumen. Estas son las opciones de iluminación exterior para conseguirlo:
Proyectores: alumbramiento potente y útil. Son orientables para evitar deslumbramientos y, en cuanto a su instalación, se debe tener en cuenta que, cuanto más alejado esté de la zona que se pretende iluminar, más amplio será su rango de luz.
Faroles: perfectas para delimitar un camino, un espacio de recreación como un conjunto de mesas y sillas o el césped.
Lámparas LED de empotrar al piso: si tienes una piscina, no dudes en decorar y delimitar el área con lámparas LED empotrables. Actuarán como elemento de seguridad por la noche y, al mismo tiempo, aportarán a la piscina un ambiente íntimo y agradable.
Lámparas solares: se utilizan para delimitar un camino. Tienen una placa fotovoltaica que convierte la luz solar en energía. Normalmente tienen una duración de entre 6 y 8 horas.
Apliques: se suelen situar sobre las ventanas o las escaleras, preferentemente siempre sobre una superficie recta. Aportan una iluminación exterior de potencia moderada y acogedora. Dependiendo del objetivo, se puede optar por apliques ascendentes, dirigidos hacia arriba, que iluminan las fachadas aportando una mayor altura; o por apliques descendentes o lámparas colgantes, más aconsejados para espacios reducidos.
Sensores de movimiento: aunque pueden adaptarse a cualquier tipo de iluminación son especialmente útiles para proteger las fachadas o accesos de entrada. Presentan múltiples ventajas: iluminan de forma automática sin necesidad de activarlos mediante un interruptor u otro mecanismo, su duración de alumbrado y sensibilidad al movimiento son regulables y disuaden de los posibles intentos de intrusión.
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